Crossfit® y sus beneficios
Tras la introducción a Crossfit® que realizamos hace unas semanas, llega la hora de hablar de los aspectos positivos que giran en torno a la práctica de esta disciplina.
Si entrenas Crossfit®, seguramente hayas experimentado los beneficios que su práctica conlleva. Y si alguien de tu alrededor lo practica, habrás oído hablar de que mejora tu fuerza, te vuelves más resistente, o incluso que te ayuda a mejorar tu composición corporal. Y a todo esto… ¿qué dice la ciencia?
Teniendo en cuenta la constante variación en intensidad y movimientos de Crossfit®, y que los pocos estudios existentes han tenido duraciones diferentes, podemos indicar lo siguiente acerca de los cambios provocados por este deporte:
Efectos a corto plazo
En intervenciones cortas como la de Drake et al (1), de 4 semanas de duración y 5 entrenamientos semanales, sus hallazgos “apoyan la hipótesis original de que la partición a corto plazo en Crossfit® puede inducir pequeños efectos beneficiosos en factores relacionados con la salud y el fitness”. Los resultados de este estudio se muestran en la tabla 1 en profundidad.
Los mayores efectos positivos mostrados por los participantes de este estudio se encontraban en el área de “capacidad de trabajo”, lo que viene a significar que su rendimiento en actividades propias de Crossfit® experimentó una mejora notable. A esto se le debe de sumar que mostraron una alta probabilidad de mejorar la fuerza máxima en sus miembros inferiores, y la capacidad anaeróbica también mostraba probabilidades de mejora (1).
Por otro lado, los niveles de fuerza máxima en miembros superiores se mantuvieron relativamente, y la capacidad aeróbica, medida según los cambios en el VO2max de los atletas, habría empeorado en algunos casos. Los autores proponen para este hecho la hipótesis de que estos cambios dispares en una intervención a corto plazo dependerán en gran medida de la condición física inicial de los sujetos. Además, “teniendo en cuenta la naturaleza constantemente variada de la metodología Crossfit®, este tipo de intervenciones pueden no proveer un estímulo suficiente” (1).
¿Y qué ocurre con la composición corporal? Pues bien, a corto plazo y sin cambios significativos en la dieta de un atleta, puede tener lugar cierta disminución de la masa grasa y el mantenimiento de la masa magra, lo que conllevaría una mejora de ciertos factores relacionados con la salud, como el índice de masa corporal (1).
Efectos a largo plazo.
Fuerza y resistencia.
De forma superficial se puede afirmar que Crossfit® mejora la fuerza máxima y la potencia muscular (2), aunque es necesario que se lleven a cabo más estudios al respecto. Aunque no ocurre lo mismo cuando hablamos de la mejora de la resistencia, ya que 10 semanas de entrenamiento puede mejorar el VO2max entre un 11,8% y un 13,6% (siendo mayor en mujeres) (3). Además, las mejoras en la capacidad aeróbica y la potencia anaeróbica serán mayores cuanto más experimentado sea el atleta (4).
Composición corporal.
Entrenar en Crossfit® sólo 2 veces en semana puede traer (ligeras) mejoras en la composición corporal (5). Pero cuando la cantidad de entrenamientos semanales es mayor, los resultados (tabla 2) muestran que el porcentaje de masa grasa disminuye (un 15,5% de media) en ambos géneros, independientemente de su condición física inicial (3).
También se produce una reducción del peso corporal y el aumento de la masa magra (3), efectos muy importantes en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad en la sociedad en la que vivimos.
Beneficios psicológicos.
Cuando no se genera adherencia al ejercicio físico a largo plazo, no podemos beneficiarnos de todos los efectos de una práctica deportiva. Y es aquí donde Crossfit® puede jugar un papel muy relevante, debido a que sus atletas muestran mayor motivación (intrínseca) y disfrutan más con su práctica que con otras actividades (6,7).
Este tipo de motivaciones derivan en una mayor persistencia a la hora de entrenar, reducen el estrés y generan sentimientos psicológicos positivos, haciendo que una persona se sienta con más energía, confiada y satisfecha durante la actividad deportiva (8).
Y es que como afirman Meyer, Morrison & Zuniga (9) en su revisión sistemática sobre sus efectos, “Crossfit® puede ser una modalidad efectiva de ejercicio para aquellos adultos sanos que busquen una ‘rutina’ de entrenamiento diversa”.
Otros aspectos positivos.
Por un lado, y relacionado con el punto anterior, nos encontramos con el sentimiento de comunidad que Crossfit® genera, un aspecto fundamental que une a las personas y crea fuertes lazos sociales y emocionales, animando a esforzarse y a mejorar durante el entrenmiento.
Por otro lado, las sesiones de entrenamiento de esta disciplina duran alrededor de una hora, haciendo que la gente invierta menos tiempo en entrenar que con otros deportes (7). Sabiendo que vivimos en una sociedad en la que las obligaciones personales y laborales ocupan gran parte de nuestro día a día, y teniendo en cuenta sus mencionados beneficios, la balanza se inclina notablemente hacia la práctica de Crossfit®.
Conclusiones.
Si bien los beneficios de Crossfit® deben de estudiarse en mayor profundidad, lo que conocemos por el momento invita a su práctica. Eso sí, como veremos en la siguiente entrega de esta serie de artículos, la supervisión por parte de profesionales cualificados será clave para maximizar sus beneficios y disminuir el riesgo de lesión, entre otras consecuencias no deseadas.
Artículo realizado por: Alberto Almirante
Bibliografía
- Drake N, Smeed J, Carper M, Crawford D. Effects of Short-Term CrossFit Training: A Magnitude-Based Approach. Journal of Exercise Physiology Online. 2017;20:111-133.
- Barfield JP, Channell B, Pugh C, Tuck M, Pendel D. Format of basic instruction program resistance training classes: Effect on fitness change in college students. The Physical Educator. 2012; 69:325-341
- Smith MM, Sommer AJ, Starkoff BE, Devor ST. CrossFitbased high-intensity power training improves maximal aerobic fitness and body composition. Journal of Strength and Conditioning Research. 2013;27:3159-3172.
- Bellar D, Hatchett A, Judge LW, Breaux ME, Marcus L. The relationship of aerobic capacity, anaerobic peak power and experience to performance in HIT exercise. Biology of Sport. 2015;32:315-320.
- Choi E-J, So W-Y, Jeong T. Effects of the Crossfit Exercise Data Analysis on Body Composition and Blood Porfiles. Iranian Journal of Public Health. 2017;46(9):1292-1994.
- Fisher J, Sales A, Carlson L, Steele J. A comparison of the motivational factors between CrossFit participants and other resistance exercise modalities: A pilot study. The Journal of sports medicine and physical fitness. 2016;57
- Heinrich KM, Patel MP, O’Neal JL, Heinrich BS. High-intensity compared to moderate-intensity training for exercise initiation, enjoyment, adherence, and intentions: An intervention study. BMC public health. 2014;14:789.
- Wankel L. The importance of enjoyment to adherence and psychological benefits from physical activity. Int J Sport Psychol. 1993;24:151-169.
- Meyer J, Morrison J, Zuniga J. The Benefits and Risks of CrossFit: A Systematic Review. Workplace health & safety. 2017;65(12):612-618.
Imágenes:
- Imagen 1:
- Imagen 2:
- Imagen 3:
Enlaces:
Tabla 1. Resultados estudio Drake et al (Efectos a corto plazo de Crossfit sobre la salud).
Tabla 2. Resultados estudio Smith et al (Efectos a largo plazo en composición corporal).






